martes, 25 de agosto de 2009

Futuro incierto para la morosidad

Datos contradictorios los recibidos en los últimos meses. Tras semanas de advertencias por parte del Banco Central Europeo y el Banco de España sobre el “nuevo Tsunami de morosidad”, esta semana nos sorprendieron con los datos de la morosidad del mes de junio que, frenaron su ascenso tras dos años de constantes y destructivas escaladas.

Las tasas de morosidad descendían, no mucho pero suficiente si se tienen cuenta que era la primera caída desde hace más de dos años.

La razón de la caída de la morosidad en el mes de junio no es única, sino que atiende a un conjunto de acciones, hechos y situaciones.

El plan de reestructuración bancaria y las ayudas al 1% del Banco Central con las que bancos y cajas obtienen rentabilidades netas cercanas al 3% mientras mantienen cerrado el acceso a la financiación o, la desconfianza y temor de los ciudadanos sobre la inestabilidad laboral y la salida de la crisis que lleva a las pymes y familias a disminuir su demanda de créditos, son sin duda alguna de las razones.

Pero antes de lanzar las campanas al vuelo y celebrar la aparición de los mundialmente conocidos “brotes verdes” debemos saber que los bancos han realizado refinanciaciones y canjes de deuda para frenar el efecto de la morosidad, sin embargo esto no es suficiente. La crisis económica no terminará con este ejercicio fiscal y sin duda los impagos se dispararán nuevamente.

La recuperación económica en España va a tardar en producirse y es necesario que se tomen las medidas necesarias para sentar la base de una forma sostenida.

Resguardando los escasos recursos públicos que puedan entregarse a través de la elaboración de instrumentos encaminados a la protección y la recuperación.

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